LA CIRUGÍA PLÁSTICA: MI PASIÓN

La cirugía plástica es para mi arte puro!
Desde que comencé mi formación como cirujana plástica en el Hospital Vall d´Hebron de Barcelona me enamoré y me fasciné con la cirugía plástica, por la capacidad que nos brinda de transformar, reparar y embellecer.
El título de Cirujana Plástica Estética y Reparadora, me brinda la oportunidad de hacer exactamente eso: Reparar, embellecer y reconstruir.
Es maravilloso y apasionante, ver cómo en pocas horas, en un quirófano, se puede transformar un cuerpo y por ende una vida.
Ver a las personas recuperar una función perdida, reparar su piel al cerrar una herida que parecía imposible de cerrar, volver a poner los huesos de la cara en su sitio, extirpar un tumor, sacar adelante un paciente quemado, o mejorar el aspecto físico de alguien, es simplemente un trabajo maravilloso.
No es solamente sanar, reparar o mejorar un cuerpo o alguna de sus funciones, es devolverle a una persona su seguridad, autoestima, y en muchos casos devolver a los pacientes una vida útil.

¿Qué me apasiona de la CIRUGÍA PLÁSTICA?

Disfrutar en un quirófano como si no fuera un trabajo sino un hobbie que me hace increíblemente feliz, y pasar mis días divirtiéndome, creando y cambiando vidas.
La cirugía plástica es un regalo y un privilegio para los que podemos practicarla. No existe un solo día de mi vida que no vaya feliz a un quirófano a disfrutar mi trabajo y a sacar sonrisas. Siempre he creído que el éxito es hacer lo que amas y que te paguen por ello.
Sin embargo, disfrutar cada cirugía no significa que todo sea perfecto y que no existan momentos de estrés, impotencia y frustración, pues desafortunadamente puede resultar una complicación, un resultado no esperado, pues algunos no dependen de mi, o simplemente un paciente insatisfecho.
Todo esto hace parte del reto personal, de trabajar por ser mejor, de aceptar, de ser resiliente e intentar dar siempre lo mejor con mis manos y con mis conocimientos para sacar adelante cada paciente.